

Ignacio Martínez de Pisón
Carreteras secundarias
Relato

Carreteras secundarias narra el viaje iniciático de un hijo con su padre en la España de los años setenta. Ambos recorrerán la costa mediterránea mediante una de sus pocas posesiones: un Citroën Tiburón, que les llevará de un lugar a otro, sin rumbo fijo, en buscar de algo de dinero de una vida aparentemente normal.
El padre lleva una continua mala vida, quizás no tan mala para él pero si para la educación de su hijo.Los negocios en los que se metía el padre para intentar sacar un poco de dinero eran ilegales como: el juego a las quinielas, la venta de carne o de pipas, la venta de televisores... pero de todas ellas la más grande fue la de venta de coches extranjeros que acabó con su detención.
Una vez recobrada la libertad, el padre lleva a Felipe a Zaragoza, donde intenta trabajar honestamente como limpiador. Ignorando que su rica madre ha fallecido y que le ha dejado una gran herencia, el padre intenta suicidarse para que Felipe pueda cobrar el dinero del seguro de vida. El padre falla la tentativa del suicido. Sin embargo, frente a este acto de amor y sacrificio, Felipe siente compasión por su padre y le perdona su caracter flojo y todos sus fracasos